Vívela, sin más.

¿Lo veis? ¿Veis esa cara? No, no es de alegría. Pero tantos recuerdos de nuestra amistad que voló me hacen sentirme destruída, sola y de esa manera que jamás quieres sentirte. Te amo y eso no cambiará por muy estúpida que seas.

Mis Complicaciones Favoritas.

Pequeña valiente.

Pequeños y escondidos están ahí, simulando ser algo especial pero que en realidad están tristes solos y con miedo. Simulando tener esperanzas a que esos pequeños huecos alguna vez sean rellenos con los sentimientos que le hacen falta a mi autoestima que está por lo suelos. Que por lo menos una vez pueda tirar ese ramo de flores en mi boda o cogerlo, simplemente, en la boda de una amiga. Si es que de aquella me quedan amigas de verdad. Y esa sonrisa tan pícara no se compara con la tuya, llena de alegría y llena de cosas que jamás dirías. Tu sonrisa es algo que me hace enloquecer, pero de esa manera en la que dices: Con ella, por siempre. Pero tú ahora me ignoras, ignoras si quiera mi nombre y das gracias a que yo no me atreva a dar el paso de hablarte. Pero, ¿qué quieres que te diga? te echo de menos, también echo de menos a esa pequeña valiente que era yo, antes de que nuestra pelea empezara a surgir de tal manera que ni siquiera me mires aunque esté en el medio del pasillo con la ropa más llamativa.

Mis complicaciones favoritas.

Fiu, fiu.

Esa mirada tan coqueta...
...se puede convertir en algo malo.

Un espejo de cristal, y mírate, y mírate.

Tú, una chica que dice que la vida son tres días. Una de esas personas que disfruta la vida como si al día siguiente se acabase. Esa persona que te hace sonreír por pensar que mañana ya no puedas hacerme poner esa sonrisa. Tu típica mueca cuando no entiendes algo. Tus múltiples peinados que aunque a los demás no le gusten tú los llevas, oh, y te encantan. Tu maquillaje lleno de brumos y de colores que ni el arco iris más llamativo no tiene. Tus tales y cuales. Tu risa que retumba en toda la casa cuando te hago cosquillas por aquí y por allá. Tus bailes con ese vestido blanco. Tu manera de coger el móvil para hacerme una pñetera foto. Tus movimientos. Tus palabras al decirme que esa blusa a cuadros me queda de rechupete. Esos susurros por la noche hablando de todos mis líos, de los chicos que me gustan y de todas aquellas tonterías que te cuento, que no te importan pero que me las preguntas de todas formas para que me desahogue. Tus ojos al mirarme. Y tu voz tan sensual al mirarte al dichoso espejo de mi habitación.

Mis Complicaciones Favoritas.