GOL!

Cuando un puto gol de Villa te llena de satisfacción.

Nerd.

Y si amo cada parte de ti, ¿qué más dá? ¿Me lo vas a impedir?

Ese sentimiento atrevido. Deséame.

Desire me -{Tercera parte}

Nuestras manos se acoplaron, y él la apretó bien fuerte y una sonrisa se atravesó por sus labios, valiente y llena de felicidad. Estiró mi brazo hacia atrás y allí recargó algo su peso. Su pecho se pegó a mí sintiéndome protegida, él era ese muro que dejaba de lado todo lo malo. Sus ojos se concentraron en los míos y me sonrió de lado. Su respiración se impregnó en mi pómulo izquierdo, caliente, abrasador, tentador. Giré mi cara y mis labios jugaron con los de él, e unas inmensas ganas de llorar me invadieron totalmente. Era tan grata la sensación que estaba experimentando, sus movimientos rozando toda mi piel, sintiéndome feliz. Todo pasaba lento, a cámara lenta, cómo las partes de las películas en las que quieres ver cada detalle de un solo momento. Ver todos los defectos que proporciona este momento. Todo lo bueno que pasaba por mi mente. De un momento sentí cómo la música entraba por mis conductos auditivos, tendiéndome la mejor melodía. Sus pequeños gemidos se escapaban hasta llegar a mi oído, y así embriagarme de múltiples sensaciones.
─’When I look at you I see forgiveness, I see the truth. You love me for who I am like the stars hold the moon. Right there where they belong and I know I'm not alone.’ ─Su voz entrecortada salía de sus labios y supe que ahí tenía a la persona que estaba pensando. ─
No estaba sola, nada sola. I’m not alone, esa frase de la canción, esa sensación que me había hecho sentir. Las cosquillas y las lágrimas ya salían, no era tan valiente y tan tímida cómo para no mostrarle a Joseph todo lo que sentía en ese momento. Sentí sus labios apoderándose de todo mi cuello, dándome caricias indescriptibles y subió sus ojos sintiendo que comenzaba a sollozar. Sus ojos de preocupación me dieron a entender que quería parar. Y, entonces, se detuvo, y desenredando nuestra mano, limpió una lágrima que resbalaba traviesa por mi mejilla. De mí salió una sonrisa.
─’When my world is falling apart, when there is no light to break up the dark. That's when I look at you. When the waves are flooding the shore and I can't find my way home anymore. That's when I look at you.’ ─Susurré sintiéndome segura. ─
Y su sonrisa volvió a inundarme por completo. Sus movimientos comenzaron y su mano se acopló a la mía, sintiendo de nuevo todas aquellas burbujas en mi interior, explotándose y dándome una sensación por igual. Me acerqué llorando a más no poder y besé sus labios. De un momento a otro sentí sus sollozos, me acompañaba en el sentimiento. Nunca había visto a Joe llorar y, en el fondo, estábamos haciendo el amor, y llorábamos. Él echó una carcajada ridícula y suave viendo cómo llorábamos.
─Valla dos. ─Susurró antes de acelerar sus movimientos con la pelvis. ─
Y, ahí estaba él, empapándome del sabor más rico, sus labios jugaban con mis pechos. Y yo, recompensándole, decidí actuar con la mano libre. Delineé cada musculo que tenía a mi vista. Él soltó un bufido cuando con mi mano agarré su muslo izquierdo e hice que entrara de una manera bestial dentro de mí. Y no fue el único, ya que yo gruñí al tenerlo casi dentro de mi alma. Masajeé sus piernas mientras él apretaba mi mano cómo queriendo que no me escapara. No me escaparía por más que él me lo pidiera, aun que estaba segura de que él tampoco quería que lo hiciera. Subí mis manos por su espalda y mordí su cuello, quería que este fuera el mejor sentimiento que tuviera en mucho tiempo. Y sus movimientos se volvieron salvajes y me miró. Yo asentí rápidamente mientras lo jalaba para acercarlo de una vez por todas a mis labios. Agarró mi otra mano y la apoyó en el acolchado y así hacer compañía a la otra, me sonrió y echó la cabeza hacia atrás.
─Alba. ─Pude notar que decía ante aquel inmenso placer. ─ ¿Te quieres casar conmigo? ─Y me miró y yo comencé a llorar otra vez. ─
─Por supuesto. ─ Y quizás esto era el momento, esto que acabábamos haciendo nos encerró en la locura, pero este momento era con él, y era la primera vez que alguien me deseaba por amor. Era la primera vez que le quería gritar a alguien: ¡Deséame! ─

Stupid.

Me apetece ser tan idiota como tú. Porque dominas todos sin hacer absolutamente nada. Creas un centro de admiración y envidia. Eres sincera y sin escrúpulos. Sientes poder en tus venas. Tienes ganas de sentirte normal ante aquella popularidad. Y, lo que más admiro, es que la gente siente celos de que seas mi mejor amiga, y tú tienes ganas de parecerte a mi estúpida personalidad. Y por eso, por una vez en mi tímida vida, me apetece ser como tú. Salvaje pero sin ofender a nadie.

Mis Complicaciones Favoritas.