Hace poco me enteré de una noticia que ni yo sabía que algún día me dirías. Hace poco, con esa sonrisa tuya, que ahora me pertenece en parte, me dijiste que eras algo sensible. Y, he aquí una cosa de las que te gustan de mí. No exactamente los textos que escribo pero sí lo que digo en ellos. Porque, ahora que lo pienso… que una persona a la cual amas, una persona a la cual adoras y darías la vida por ella, aunque sea solo una sonrisa, te llena el alma. Hay algo en ti, y no logro saber exactamente el qué, que me hace sentirme libre. Me hace sentir cosas que con ninguna otra podría describir exactamente. Alguna vez me dijeron que el amor era notablemente un asco, pero, ¿quién me lo dijo? Una persona inexperta. Una persona a la cual nadie quería para compartir ‘morreos’ o una persona que no era correspondida, alguna de las opciones, seguro. Luego hay otra persona quién me dijo con mucho ánimo ¡El amor es algo increíble! Y sin mucho éxito en ello podría definirse como una chica feliz. De esas que no quieren que un simple Te quiero les basta para comprender que el amor está por encima de todo. De esas personas las cuales quieres, aman y valoran a otras por como son, por cómo nos hacen sentir y por cosas inútiles que al final te acaban pareciendo de lo más sensato. Vuelvo a pensar. Y, sin ganas de nada… pienso en ti. Con ganas de todo, pienso en ti. ¿Quién eres? Porque tanto escribir a veces me parece la cosa más fascinante, pero no arregla mis dudas, solo escribe estas. Pero llega un momento en el que no puedo más y, aspirando todo el sabor a ese primer cigarrillo, pienso que algo no está bien. Algo está mal dentro de este estúpido cuerpo de Alba Surís, no, no hay más que amor y felicidad. ¡Oh! ¿Qué han hecho conmigo y dónde estoy? ¿Dónde se ha ido esa niña tan ‘mona’ con la que andaban por estar con alguien y porque realmente les caía bien? ¿Dónde está? Se esfumó. Se esfumó por el humo que antes estuvo en mis pulmones intoxicándolos de esa suciedad que algún día me arrepentiré. Y, dejando un poco pero no completamente de lado el tema… río. Río porque yo no fumo. Pero… me lo imagino… ¿Quieres un piti? Diría cualquier niña que se me acercara. Yo lo rechazaría. Río de nuevo. ¿De qué estoy hablando exactamente? Del amor, ¿no? Ya ni me acuerdo por donde iba, ¡y eso que me había aprendido cada palabra de memoria! No, la verdad es que no es del todo cierto. Tengo la memoria… cómo la de un pez. Corta, pero cuando se necesita, hábil. Y tampoco es que sea muy buena estudiante como para poder decir cosas tan cultas. Pero sé, que esto que siento no es nada habitual en un cuerpo de niña como en el que yo estoy ‘puesta’. Y si esto no es amor, estoy realmente cerca. Porque puedo tocarlo hasta con la punta de los dedos, de los pies y con la nariz, sin excepción. Y, sintiendo que la hoja de Word se acaba y yo no he escrito nada en particular, solo palabras que no importan a casi nadie, palabras que unos no entenderán por qué las escribo, que he escrito cosas sin sentido alguno y sin expresar casi nada, lo escribo, salpicando de felicidad las teclas ya usadas, digo y afirmo un 'te amo'.
@Mis Complicaciones Favoritas.
